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ENTREVISTAS

Equinoccio edita nuevo volumen en la colección Papiros
"Intento huir de la poesía fácil"

Por Albinson Linares


La palabra despojada de ripios, el verbo que traza una biografía descarnada y se incrusta en la llanura de un lenguaje sin ocultamientos, son atributos de la poética de Jacqueline Goldberg. En el volumen Verbos predadores, publicado por el sello Equinoccio, la autora reúne dos décadas de escritura, donde coexisten los poemarios: Treinta soles desaparecidos (1986), De un mismo centro (1986), En todos los lugares, bajo todos los signos (1987), Luba (1988), A fuerza de ciudad (1989), Máscaras de familia (1991), Trastienda (1991), Inso-laciones en Miami Beach (1995), Víspera (2000), La salud (2002), El orden de las ramas (2003), Autopsia (2006) y el trabajo que da título al libro.

Ganadora azarosa de la XVI Bienal Literaria José Antonio Ramos Sucre, la poesía de los Verbos predadores, muestran a una autora que maneja con maestría el lenguaje estético: "Es un título que habla del poder depredador de ciertas palabras, pero también de las oscuras fuerzas que canaliza la poesía y que a veces surte efectos predadores en el alma de quien escribe, de quien intenta recuperarse en lo que escribe", comenta la autora.

Varias piezas tituladas "Poética", ya son un manifiesto de las inquietudes de la escritora: "De pronto la boca del poeta se cuaja de larvas./ Tanta es su levedad (...) El poema crecerá en su propio perdón./ Dirá cruces, empeños, viajes. A ras de esclavitud./ ¿Y el dolor?/ ¿Habrá que recuperarlo para que el libro crez-ca en el libro? (...) Volver a escribir es ser triste y pretérito,/ abundante hasta el fin".

El intenso trabajo de lenguaje tras cada verso, es fruto del empeño metódico que Goldberg se ha impuesto: "Intento huir de la poesía fácil, de esa que sale y así se queda y va directo a la imprenta. La poesía es trabajo, mucho trabajo, corrección tras corrección, días enteros en una sola frase. La poesía es obsesión y un ejercicio de cincelar hasta la asfixia (...) Me aterran esos poetas que se creen Rey Midas y publican todo lo que escriben o excretan".

La vida en verso. El tinte biográfico que se respira en los versos de la escritora ha sido señalado por diversos críticos. Al respecto, explica: "Han sido muy biográficos porque he necesitado que así sea. Cada libro atendió en su momento a una angustia, una carencia, un anhelo muy concreto. Es un tema que no deja de preocuparme y ocuparme, porque aspiro a una poesía menos femenina, más universal, que se mire menos el ombligo".

La autora también reflexionó sobre el oficio de la palabra: "La poesía es el espacio en el que cesan las voces, la ciudad, el mundo. Es el espacio para construir otras voces, otra urbe y ojalá otro mundo".

Publicado en El Nacional, 23 de agosto de 2007